Las palabras no siempre tienen la palabra.
Es el silencio quien dice lo que tus palabras callan.
Son las acciones nulas las que todo dicen; hablan más de lo que piensas; de lo que dices; de lo que seguramente, te has hecho creer.
Ahora, a seguir viviendo, a darse de madrazos, lamernos las heridas y morderse el corazón; porque de eso, también se trata la vida.
Adiós. Nos vemos en algún lugar del universo.