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lunes, 19 de agosto de 2013

Carta Absurda XVII

Solo tengo mi vida, mis ojos, mi lengua y mi corazón, quiero que sean tuyos; como míos son tus ronquidos cuando duermes, o tu cara malhumorada cuando recién despiertas.

Yo solo tengo mil defectos, algunos vicios y muchas mañas, dicen que también millones de virtudes; quiero que las conozcas; así como quiero conocer el tamaño de las bombas que haces cuando mascas chicle.


Yo solo soy esto que ves, esto que tocas, esto que siento.


Yo solo tengo el resto de la vida que Dios me dé, como solo tengo aquella frase que dijiste: "cuando seamos viejitos, viajaremos por todo el mundo".